martes, 7 de mayo de 2019

Yo, Robot (Robots #0) — Isaac Asimov








“Pero ¿comprende usted?, lo que ocurre es que no hay manera de diferenciar un robot de un ser humano bueno.”









Sinopsis:


Las tres leyes de la robótica:

1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.

2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes se oponen a la Primera Ley.

3. Un robot debe proteger su propia existencia hasta donde esa protección no entre en conflicto con la Primera o Segunda Ley.

La vida de la robotpsicóloga Susan Calvin acompaña los avances de la industria robótica desde sus primeros intentos -los rudimentarios robots áfonos y los autómatas obreros- hasta sus logros más sofisticados: las máquinas que auxilian al hombre en el gobierno planetario.

Desfila, a lo largo de estas páginas, un elenco singular de robots sorprendentemente humanos, quienes ajustan su conducta a las tres leyes de la robótica concebidas por Asimov. Estas normas, sin embargo, desencadenan múltiples conflictos. Así, encontramos a Cutie, el robot que desconoce la autoridad humana y venera al transformador de energía; o a Dave, guiando a sus subsidiarios en una siniestra marcha; o a Herbie, el robot telépata, más aficionado a las novelas sentimentales que a las matemáticas.

Yo, Robot incita a reflexionar acerca de la condición humana en un mundo cada día más tecnologizado. ¿Llegará la máquina a sustituir al hombre? ¿Es posible perder el control sobre el producto creado? ¿Existe un límite para la aplicación racional de la robótica? Éstas son sólo algunas de las inquietantes preguntas que la novela plantea.

Opinión:

El libro contiene diferentes relatos de robots defectuosos, que parecen no seguir las tres leyes con las que fueron concebidos.

Tanto miedo le tenía el hombre a los robots que alguien decidió crear 3 leyes, que en la actualidad no se siguen. Hoy en día los robots hacen de todo (casi), pero si de algo estamos seguros es que no siguen esas leyes. Cabe mencionar, que los primeros robots fueron creados por la milicia para matar a otros hombres, muy alejado de la idea de Asimov.

Que, en defensa de los robots, en las historias de Asimov los robots tienen un cerebro positrónico, y en la actualidad no existe tal idea, que según yo una computadora no cuenta como cerebro positrónico.

La cita que más representa a este libro es:

“Pero ¿comprende usted?, lo que ocurre es que no hay manera de diferenciar un robot de un ser humano bueno.”

El humano intentando crear al ser humano bueno, benevolente, respetuoso, obediente… el humano perfecto.

Puntuación (4.5/5)­


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