sábado, 7 de enero de 2023

¿Quién le hacía la cena a Adam Smith? — Katrine Marçal












“El propósito del viaje que hacemos como sociedad podría ser otro. Podríamos pasar de intentar ser dueños del mundo a intentar sentirnos a gusto dentro de él; como en casa.”













Sinopsis:

Adam Smith, el padre de la economía moderna, escribió que no era por la benevolencia del carnicero y el panadero que podíamos cenar cada noche, sino porque se preocupaban por su propio bienestar; así, el ánimo de lucro hacía girar el mundo y nació el Homo economicus. Cínico y egoísta, el Homo economicus ha dominado nuestra concepción del mundo desde entonces y su influencia se ha extendido desde el mercado a cómo compramos, trabajamos y flirteamos. Sin embargo, Adam Smith cenaba cada noche gracias a que su madre le preparaba la cena, y no lo hacía por egoísmo, sino por amor.
 
Hoy, la economía se centra en el interés propio y excluye cualquier otra motivación. Ignora el trabajo no pagado de criar, cuidar, limpiar y cocinar. E insiste en que si a las mujeres se les paga menos, es porque su trabajo vale menos ¿por qué si no? La economía nos ha contado una historia sobre cómo funciona el mundo y nos la hemos creído hasta el final. Pero ha llegado el momento de cambiar esa historia.

 

Opinión:

Es un buen libro para cuestionarse el sin fin de cosas que la economía ha pasado por alto, en específico los roles que las mujeres han desempeñado durante años.
Lo que me pareció un poco excesivo es creer que la economía actual hace todas esas diferencias y exclusiones adrede, como si ese fuera su objetivo. Yo creo que en realidad no le importa, querer conseguir productividad todo el tiempo nos lleva al mundo actual y poco le importa el cómo afecte o no a la humanidad, el objetivo son las ganancias. Si beneficia o perjudica a las mujeres y hombres le importa muy poco, siempre y cuando el capital sea siempre la prioridad. El capitalismo enaltece al Capital, por eso su nombre, y se olvida de las personas.


 

Frases y Citas:


“«Las mujeres empezaron a trabajar en los años sesenta»; así suele contarse la historia.
Sin embargo, eso no es cierto. Las mujeres no empezaron a trabajar en los años sesenta o durante la Segunda Guerra Mundial. Las mujeres han trabajado siempre.”

“La niña de once años que todas las mañanas recorre quince kilómetros en busca de leña para su familia desempeña un papel enorme en el desarrollo económico de su país. A pesar de ello, su trabajo no es reconocido. La chica es invisible en las estadísticas económicas. En la magnitud del PIB, por la cual medimos la actividad económica total de un país, ella no cuenta.”

“Alguien tiene que cocinar ese filete para que Adam Smith pueda decir que quien cocina el filete no importa.”

“Toda una generación de mujeres ha interpretado la proclama «Puedes ser cualquier cosa que te propongas» como «Tienes que llegar a serlo todo; de lo contrario, eres inútil».”

“Sabemos el precio de todo, pero el valor de nada, escribió Oscar Wilde; claro que a él nadie le había explicado que el valor se mide en función de la demanda.” (Si, es ironía.)

“El problema de los incentivos económicos no es que no funcionen, sino que, al hacerlo, a menudo cambian la naturaleza de la situación.”

“Introducimos un incentivo económico bajo la suposición de que lo que nos mueve a las personas son las fuerzas económicas. Entonces, el incentivo acaba por hacer desaparecer al resto de las fuerzas motivadoras que viven en nosotros.”

“En 1970, el director ejecutivo de una empresa estadounidense ganaba treinta veces más que un trabajador normal. En el cambio de milenio, esta cantidad era más de quinientas veces mayor.”

“La desigualdad extrema y la crisis financiera suelen coincidir en el tiempo. Sin embargo, las élites que las causan suelen salir indemnes de ellas. Y por regla general son hombres. En cada crisis que ha generado el sector financiero, este ha ganado más y más dinero.”

“A través del término «capital humano», todos y cada uno de nosotros nos hemos transformado en emprendedores en el negocio de vendernos a nosotros mismos.”

“El propósito del viaje que hacemos como sociedad podría ser otro. Podríamos pasar de intentar ser dueños del mundo a intentar sentirnos a gusto dentro de él; como en casa.”

“Los políticos conservadores rabian cuando oyen hablar de ayudas sociales, pero al mismo tiempo se niegan a proporcionar un servicio de guardería universal. Por su parte, los de izquierdas tienen grandes dificultades a la hora de hablar de la dependencia de las ayudas sociales.”

“Actualmente, por «carrera profesional» se entienden contratos de cero horas, turnos irregulares y tener que llamar al jefe todas las mañanas preguntando con ansiedad si hay o no trabajo.”

Puntuación (4/5) 



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