domingo, 26 de julio de 2020

La Mujer del Coche con Gafas y un Fusil — Sébastien Japrisot





“Es probable que las personas que me conocen se sintieran horrorizados si supieran que me quejo. Pero tengo que quejarme. Antes de aprender a caminar supe que, si no lo hacía yo, nadie lo haría por mí.”






Sinopsis:

Pedir un coche prestado, sin que lo sepa el dueño, no es un acto encomiable, pero tampoco es muy grave. Sobre todo, cuando se conoce al propietario y se sabe que no lo va a utilizar ni se va a enterar. Pero, claro, el coche era demasiado aparatoso: un inmenso Thunderbird norteamericano no puede dejar de llamar la atención por las carreteras francesas, principalmente si va conducido por una hermosa dama con gafas. ¿Y el fusil? El fusil, como la mano aplastada y el cadáver parecen exagerados castigos para tan escaso delito. Ella sólo quería ver el mar. 

Matar a escopetazos a alguien que está a mil kilómetros de distancia, o viajar a tal velocidad que uno regrese antes de haber partido, es imposible. Encontrar huellas de uno mismo donde no se ha estado nunca, y entrar, completamente despierto, en la pesadilla de otra persona, es imposible. Buscar desesperadamente a un asesino, para descubrir que es uno mismo, e intentar escapar, cuando uno también es la víctima, es imposible... a menos de ser LA MUJER DEL COCHE, CON GAFAS Y UN FUSIL 

Opinión:

Es un libro algo corto, en una semana se puede leer. Al principio me pareció muy aburrido, la historia sucedía demasiado lento. Solo cuando encontraron el cuerpo, la historia empezó a tomar un giro interesante. 

Mi error fue haber estado viendo Dark (serie de Netflix), porque todas mis teorías suponían que a lo mejor sería otra trama de viajes en el tiempo, y por supuesto que me emocioné. Pero al final fue muy decepcionante, algo mundano, y el típico final feliz que pareciera que el autor se sacó de la manga. 
Aun así, le reconozco la intriga que contiene el relato y que por lo menos una tercera parte me dejo queriendo saber más de la historia. 

Frases y Citas:

“Es probable que las personas que me conocen se sintieran horrorizados si supieran que me quejo. Pero tengo que quejarme. Antes de aprender a caminar supe que, si no lo hacía yo, nadie lo haría por mí.” 

“Matar es fácil y morir también es fácil. Todo es fácil. Todo, excepto consolar al menos durante un minuto a aquel que permanece dentro de nosotros, que no ha crecido, que nunca crecerá y pide auxilio sin cesar.” 

“Deseo que, aunque esa imagen no le guste, haya quedado de manifiesto que el bien y el mal no son más que las dos caras de una misma fascinación.” 

Puntuación (3/5)­

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