domingo, 21 de febrero de 2021

La Historia Interminable – Michael Ende





“Nada da un poder mayor sobre los hombres que las mentiras.
Porque esos hombres, hijito, viven de ideas. Y éstas se pueden dirigir. Ese poder es el único que cuenta.
Quién sabe para qué les servirás. Quizá, con tu ayuda, harán que los hombres compren lo que no necesitan, odien lo que no conocen, crean lo que los hace sumisos o duden de lo que podría salvarlos.”

 

Sinopsis:

A cualquiera le puede ocurrir lo mismo que a Bastián: que entre en un libro y luego no pueda, o no quiera, salir de él. Bastián es un muchacho soñador, para quien la vida cotidiana en general y el colegio en particular constituyen una serie continua de sinsabores. De los que se defienden a copia de imaginación, artículo de primera necesidad. Buen día, los personajes de La historia interminable le piden ayuda. Y Bastián, que está leyendo el emocionante libro, irrumpe la aventura, dispuesto a colaborar en la salvación del reino sin fronteras de Fantasia. Y a echar una mano a Atreyu, el valeroso guerrero piel verde. Y a recorrer aquel mundo fabuloso, a lomos del dragón de la suerte. Y a codearse con silfos, gigantes comerocas, espectros, tortugas, caballos voladores, brujas, magas y mil seres fantásticos. Y a correr los peligros que haga falta correr...

 

Opinión:

Como no encariñarse con el Bastián original y su pasión por las historias. Es una historia para los amantes de las historias, tanto grandes como pequeños. Tengo que admitir que a la mitad del libro me empecé a impacientar porque avanzara más deprisa la historia, pero el final valió la pena.

Es un libro que nos habla some la. busqueda de la identidad y sobre el amor a las historias. Cómo el mundo real se vuelve más hermoso cuando somos capaces añadir la fantasía a nuestra realidad. Que la fantasía sin realidad se vuelve un delirio y la realidad sin fantasía un martirio.










 

Frases y Citas:


“Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa… o de la botella. Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego de azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos creen que sólo serán felices en algún lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. Y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos. En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.

La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros.

Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado…

Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito…

Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido…

Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces.”

“No le gustaban los libros en que, con malhumor y de forma avinagrada, se contaban acontecimientos totalmente corrientes de la vida totalmente corriente de personas totalmente corrientes. De eso había ya bastante en la realidad y, ¿por qué había que leer además sobre ello?”

“Somos viejas, pequeño, demasiado viejas y hemos vivido bastante. Hemos vivido demasiado. Para quien sabe tanto como nosotras nada es importante ya. Todo se repite eternamente: el día y la noche, el verano y el invierno…, el mundo está vacío y no tiene sentido. Todo se mueve en círculos. Lo que aparece debe desaparecer, y lo que nace debe morir. Todo pasa: el bien y el mal, la estupidez y la sabiduría, la belleza y la fealdad. Todo está vacío. Nada es verdad. Nada es importante.”

“¿Qué sois los seres de Fantasia? ¡Sueños, invenciones del reino de la poesía, personajes de una Historia Interminable!”

“Todo lo que se quiere. Se tiene poder sobre ellos. Y nada da un poder mayor sobre los hombres que las mentiras. Porque esos hombres, hijito, viven de ideas. Y éstas se pueden dirigir. Ese poder es el único que cuenta. Por eso yo también he estado al lado del poder y lo he servido, para poder participar de él… aunque de una forma distinta que tú y tus iguales.”

“En cuanto te llegue el turno de saltar a la Nada, serás también un servidor del poder, desfigurado y sin voluntad. Quién sabe para qué les servirás. Quizá, con tu ayuda, harán que los hombres compren lo que no necesitan, odien lo que no conocen, crean lo que los hace sumisos o duden de lo que podría salvarlos. Con vosotros, pequeños fantasios, se harán grandes negocios en el mundo de los hombres, se declararán guerras, se fundarán imperios mundiales…”

“¿no sabes que Fantasia es el reino de las historias? Una historia puede ser nueva y, sin embargo, hablar de tiempos remotos. El pasado surge con ella.”

“—Los caminos de Fantasia —dijo Graógraman— sólo puedes encontrarlos con tus deseos. Y sólo puedes ir de un deseo a otro. Lo que no deseas te resulta inalcanzable. Eso es lo que significan aquí las palabras «cerca» y «lejos». Y tampoco basta con querer marcharse de un lugar. Tienes que querer ir a otro. Tienes que dejarte llevar por tus deseos.”

“—No —dijo con voz profunda y retumbante—. Quiere decir que debes hacer tu Verdadera Voluntad. Y no hay nada más difícil.
—¿Mi Verdadera Voluntad? —repitió Bastián impresionado—. ¿Qué es eso?
—Es tu secreto más profundo, que no conoces.
—¿Cómo puedo descubrirlo entonces?
—Siguiendo el camino de los deseos, de uno a otro, hasta llegar al último. Ese camino te conducirá a tu Verdadera Voluntad.”

“Cada decisión que tomaba lo ponía ante una nueva decisión, la cual, a su vez, lo arrastraba a otra nueva. Pero todas aquellas decisiones no cambiaban en nada el hecho de que estaba en el Templo de las Mil Puertas… y seguiría estando en él. Mientras andaba y andaba, comenzó a pensar en cuál podía ser la causa. Su deseo había bastado para llevarlo al laberinto pero, evidentemente, no era suficiente para hacer que encontrara la salida.”

“Bastián había deseado compañía. Pero se daba cuenta de que, al hacerlo, no se imaginaba nada concreto. Y eso no lo ayudaba en nada a decidir entre una puerta de cristal y otra de mimbre. Hasta entonces había elegido simplemente al buen tuntún, sin pensárselo mucho. En realidad, cada vez hubiera podido elegir igualmente la otra puerta. Pero de esa forma nunca saldría de allí.”

“—Cuando luché con tus gigantes blindados —continuó Bastián—, vi que son sólo una armadura y están huecos por dentro. ¿Cómo se mueven?
—Por mi voluntad —contestó Xayide sonriendo—. Precisamente porque están vacíos la obedecen. Todo lo que está vacío puede mi voluntad gobernarlo.”

“Ser prudente significaba estar por encima de la alegría y el sufrimiento, el miedo y la compasión, el orgullo y las humillaciones. Ser prudente era estar por encima de todas las cosas, no odiar ni querer a nada ni a nadie, pero acoger también con indiferencia el rechazo total o el afecto de los otros. A quien realmente era prudente no le importaba nada. Era inaccesible y nada podía afectarlo.”

“Sólo puedes desear cosas mientras te acuerdes de tu mundo. Los que están aquí han agotado todos sus recuerdos. Quien no tiene ya pasado tampoco tiene porvenir. Por eso no envejecen. ¡Míralos! ¿Podrías creer que muchos de ellos llevan aquí mil años e incluso más? Pero se quedan como son. Para ellos no puede cambiar nada, porque ellos mismos no pueden ya cambiar.”

“Los deseos no se pueden provocar ni reprimir a placer. Surgen en nosotros de profundidades más profundas que todas las intenciones, sean buenas o malas. Y surgen inadvertidos.”

“Bastián no quería ser ya el más grande, el más fuerte o el más inteligente. Todo eso lo había superado. Deseaba ser querido como era, bueno o malo, hermoso o feo, listo o tonto, con todos sus defectos… o precisamente por ellos.”

“Finalmente, sus pasos lo llevaron a la Casa del Cambio, a fin de que permaneciera en ella el tiempo que fuera necesario hasta encontrar su Verdadera Voluntad. Porque la Casa del Cambio no se llama así sólo porque se cambie a sí misma, sino porque cambia también a quien habita en ella. Y eso era muy importante para el niño, que hasta entonces había querido ser siempre otro, pero no cambiar.”

“Seguiste el camino de los deseos y ese camino nunca es derecho. Diste un gran rodeo, pero era tu camino. Cualquier camino que conduzca allí es en definitiva el verdadero.”

 

Puntuación (4/5)­

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